Para el clínico es de gran importancia llevar un registro tanto escrito como visual del inicio, desarrollo y final del tratamiento del paciente, especialmente en tratamientos largos y con fines tanto docentes o legales.
La fotografía clínica debe ser objetiva y por ello debe ser una fiel captura de la realidad. Se deben eliminar elementos distractores del campo visual (separadores, sangre, saliva, algodones, etc.). Este es un tipo fotografía que se denomina fotomacrografía o fotografía de aproximación.